~ LA VIDA DE AFRA: ADIÓS ~

"ADIÓS"

Vamos - dijo Afra delante de la puerta del lugar de la cita. Sí, era una tienda, BabyPlay, de mobiliario y juguetes de niñ@. Parecía muy claro lo que Rubén le iba a decir... Ella con un "nosotros" tenía suficiente, un futuro juntos sin importar nada más...

Afra delante del comercio

Entró allí decidida, al mismo tiempo nerviosa, pero segura de que nada malo iba a suceder... Ahí estaba Rubén, delante de una mesa de juegos infantiles comprobando las piezas de un rompecabezas para infantes. Nada más sentir que abrín la puerta levantó la mirada encontrándose con aquellos bellos ojos azulados que lo habían conquistado desde el primer momento que los vió... pero al bajar un poco los ojos... allí estaba... una nueva vida a la que tenía realmente fobia...

Rubén mirando la mesa de juegos

Tras un breve silencio, Afra empezó diciéndole

- Rubén yo...

- ¡No digas nada! No me importa que sea o no mío el bebé, no lo quiero ¡lo sabes! Mejor dicho, ¡lo supiste siempre!

- Pero ... - le interrumpió tímidamente Afra.

- ¡Pero nada! ¡No quiero oír ni una palabra más! No lo... te quiero, digo os quiero. Déjame, no quiero volverte a ver... veros...

- ¿Y por qué aquí?! ¿Querías burlarte de mí, eh?! ¡Eres...

- ¡Cállate! Fue un error conocerte ¡Hasta nunca!

En la tienda se hizo el silencio más sepulcral que nadie nunca había vivido. El empleado de la tienda no sabía qué decir ni dónde mirar.... Sin darle tiempo a pararla, sobre la mejilla de Afra se caía la lágrima más amarga que había salido de sus ojos en años, posiblemente desde la muerte de su padre cuando era pequeña... Salió de la tienda sin un rumbo, sólo quería estar sola, nada más.

Afra ya estaba de ¡7 meses! el tiempo corría muy rápido cuando de pronto abrió el buzón y había una carta para ella de la universidad ¿Qué puede ser? -se preguntó. Cada letra de esa carta iba hundiendo cada vez más el corazón de Afra que no podía creer que la universidad de Foxbury también le diera la espalda y le diera ¡1 día! para abandonar la residencia porque al estar embarazada no podía quedarse allí.

Era el "ADIÓS", el fin de una breve pero intensa estancia en la residencia de Foxbury en la que había conocido a Rubén, se enamoró, quedó embarazada y sufrió el mayor de las decepciones con el, posiblemente, "amor de su vida". Todo se había terminado, pero algo le decía que LO MEJOR IBA A COMENZAR...

CONTINUARÁ...

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